Ejercicios con pesas para mujeres
El mundo del Fitness y del ejercicio por fin está consiguiendo que las mujeres incluyan las pesas en sus rutinas de entrenamientos. Y no hablamos como hace unos años de esas pesas pensadas para mujeres en vinilo y de colores. Las mujeres son capaces de mover cargas altas, con potencia e intensidad, y eso les reporta multitud de beneficios.
Durante muchos años se ha hecho creer a la mujer que no debía mostrar su fuerza, incluso se la hizo creer que había cosas que no debía o no podía hacer, pero los tiempos están cambiando, por suerte.
Mujeres en competiciones de crossfit
El aumento de presencia femenina en competiciones deportivas, y también el mayor interés de medios por darles visibilidad, sumado al contenido generado en redes sociales, ha posibilitado una explosión de atletas femeninas en los deportes de fuerza, como la halterofilia.
Estos nuevos referentes para chicas y mujeres de todo el mundo no solo muestran sus éxitos deportivos, sino cuerpos fuertes, con músculos y que siguen siendo femeninos, porque ellas se ven así y eso es lo que importa, y ese mensaje es el que va calando poco a poco.
La halterofilia, el CrossFit o el powerlifting van consiguiendo nuevas adeptas cada año de forma exponencial. Las mujeres se empiezan a interesar y a destacar en deportes de fuerza, un terreno antes acotado casi para el público masculino.
La halterofilia ha conseguido colarse en las rutinas de entrenamientos de muchos y muchas a través del CrossFit, para la mayoría la primera vez que entraron en contacto con una barra olímpica fue en un box.
¿Y qué aporta la halterofilia a la mujer?
La halterofilia como los deportes de fuerza en general tiene beneficios físicos, psicológicos, pero también sociales.
Levantar una barra con discos que superan tu peso corporal te hace replantearte muchas cosas. Cuando estás en “el pozo”, sintiendo el peso de la barra sobre tus clavículas, en una sentadilla tan profunda que si cayeras solo aterrizarías unos pocos centímetros y el pensamiento de soltar la barra y el pensamiento de desistir toma fuerza cada segundo que estás en esa maldita posición.
Pero tú te resistes, aprietas los dientes y ordenas a tus piernas que, si tienen que arder que ardan, pero que de ahí solo salís hacia arriba. Y subes, y lo consigues. Esa sensación al tirar la barra desde lo alto, ahí está todo. En ese éxito.
En esa subida están los que decían que para qué hacer halterofilia, que menudo deporte. Un deporte que mejorará tu fuerza, potencia, estabilidad, equilibrio, resistencia, estabilidad, capacidad aeróbica y anaeróbica. Un deporte que entrenará tus cadenas musculares de forma grupal, trabajando como un engranaje perfecto para conseguir una meta. Un deporte que aplasta bajo los discos cada duda de si una mujer puede levantar cargas pesadas. Claro que puede.
En esa subida están las mujeres y chicas de hoy que lo practican y que son modelos a seguir, allanando un camino con sudor, acero y caucho, día tras día para las futuras generaciones. Estas valientes que se suben a la tarima para demostrar que la fuerza es una capacidad humana, que no entiende de géneros, porque fuertes somos todos y todas.
Esa subida ha significado cientos de subidas, cargadas, sentadillas y fracasos anteriores que han forjado un cuerpo y carácter fuerte. Un cuerpo capaz, un cuerpo con una musculatura que le proporciona a la mujer no solo lo necesario para subir esa barra sino capacidades para desenvolverse y moverse mejor en su día a día.
Esa subida hace que cuando la mujer se mira al espejo no vea “músculos”, vea su cuerpo igual de femenino que antes pero cambiado, y aún así suyo, siente esa pertenencia y ese orgullo. No esconde que es fuerte porque como hemos dicho también se le ha forjado el carácter y puede y expresa su forma de ser, sentir y vivir a través también de su cuerpo.
En esa subida están mejoras en su core y suelo pélvico para mejorar y trabajar músculos que harán que en su futura madurez sean más capaces de valerse por sí solas en cualquier situación, y podrán moverse gracias a su masa muscular de forma más segura.
Esa subida eleva hasta desaparecer frases como “ya te ayudo yo que tú no puedes”, sí que puedes. Así que sí, la halterofilia tiene muchos beneficios. Y si no me crees, pruébala, no tienes nada que perder excepto el miedo.