Al contrario de lo que puedas pensar, competir en CrossFit no está reservado solo para los atletas más en forma y experimentados. Prueba de ello es la cada vez más extensa red de campeonatos, torneos y competiciones de todos los tipos y para todos los niveles que hay por España, y sin duda también por el extranjero.
El CrossFit es un deporte que muchos tildaron de moda cuando llegó, pero su instalación en nuestro país es de las más potentes del mundo en los últimos años, siendo la marca de instalación deportiva con mayor crecimiento. Y por ello es lógica la aparición de competiciones, que ha crecido exponencialmente cada año.
Hoy en día, muchas de esas competiciones tienen renombre internacional y están fuertemente asentadas en la mente y calendario de muchos atletas como por ejemplo: Fittest Freakest Challenge, Taronja Games, Madrid Challenger Series, Fight Like a Woman, Battle of the Mediterranean o Madrid CrossFit Championship, entre muchos otros.
Pero ¿si tú eres un atleta no profesional, de esos que entrena 3 días en semana y que tiene su familia y un trabajo totalmente ajeno a lo deportivo, tiene sentido que participes en competiciones de CrossFit? La respuesta es que sí, sin dudas, y por si te quedas con algunas allá van 5 razones para competir en CrossFit sin importar tu nivel.
1. Juntos se llega más lejos
Competir no es sinónimo de hacerlo de forma individual, es más, te recomendamos encarecidamente que tus primeras competiciones sean el el formato "teams" o por equipos o por parejas. La razón principal es que tendrás alguien en quién apoyarte antes, durante y después de la competición. Alguien con tus mismos miedos y pasiones y al que le será más fácil entenderte.
Esto tampoco es un campo de rosas, has de dar con atletas con un nivel superior y sobre todo con unas espectativas sobre la competición similares a las tuyas. Si tú vas a divertirte mientras te esfuerzas todo lo posible, pero tu pareja va a querer ganar a toda costa, es probable que ese tandem no salga bien.
2. Competir está al alcance de todos
Así como hay competiciones muy "profesionales" en las que se exigen unos estándares de movimientos y pesos solo al alcance de gente muy en forma. Han ido surgiendo eventos con divisiones "scaled" o escaladas, en las que los requerimientos a los atletas tanto en gimnásticos como en los pesos en movimientos olímpicos son mucho más accesibles. Con esto se consigue una democratización en el acceso a las competiciones que son el terreno perfecto para tus primeras incursiones en el mundo competitivo.
Un aspecto negativo de estas competiciones son los egos de atletas bastante preparados que se apuntan a divisiones escaladas porque prefieren quedar por encima de gente menos en forma que ir a competiciones a las que tendrían acceso por sus características físicas pero en las que brillarían mucho menos.
3. No todo es CrossFit
Aunque estamos hablando de competiciones de CrossFit, hay pruebas deportivas más populares, o multitudinarias, en las que puedes participar para probar tu condición física, y en las que tu entrenamiento en el box te vendrá pero que muy bien pero que no son de tipo wod.
Hablamos por ejemplo de las carreras de obstáculos u OCR (obstacle course races). En España la más conocida es la Spartan Race y se caracteriza por tener 3 distancias principales (5, 10 y 21 kilómetros respectivamente) entre los cuales hay multitud de obstáculos de todo tipo como lanzamiento de lanza, portar cadenas, trepar estructuras, atravesar ríos...
Últimamente han surgido también carreras perfectas para atletas que hacen CrossFit, pero que no manejan muy bien los gimnásticos (dominadas, muscle ups, pino...) o movimientos olímpicos, pero que están en forma y tienen fuerza. Las más conocidas son Deka, una especie de división de Spartan Race y Hyrox. Esta última incluye remos, skierg, y carrera con empuje de trineo, zancadas lastradas y mucho más. Pero todo ello con movimientos muy poco técnicos y muy accesibles.
4. Competir te abrirá los ojos
Tanto si la competición se te da bien, como si se te da "regulera" verás que hay cosas en las que mejorar pero seguro que también te das cuenta de que otras, debido a la presión, a la emoción o a la adrenalina te salieron mucho mejor de lo que pensabas. Todo esto será una motivación extra para volver al box con más ganas que nunca.
5. El camino
La preparación de la competición será toda una experiencia en si. Preparar los wods, pulir lo que se te da bien y reforzar tus flaquezas. Preparar movimientos "sincro" con compañeros, aprender a plantear estrategias, elegir que ropa y accesorios llevar, plantear la nutrición y el descanso... todas estas cosas son parte de la competición, y si lo haces de una forma sana es muy fácil disfrutarlas.
Así que ya sabes, elige una competición que te cuadre por el tipo de entrenamiento que hagas y que a nivel logístico te sea accesible (distancia, hospedaje, coste de la participación...) y cuéntanos qué tal tu experiencia.